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El Blog de Experience Travel

La magia de Tortuguero - parte 2

Tortuguero es único y conocerlo es un privilegio que hay que aprovechar, más cuando el viaje es sencillo y a un precio más que razonable.


En la primera parte de este artículo te contamos cómo es el viaje para llegar a Tortuguero. Ahora te contaremos cómo es estar ahí.


El día que se llega al hotel, tras el almuerzo y un descansito, hay salida organizada hacia la playa. Esto significa tomar lancha y cruzar el río, navegando unos 700 metros, aproximadamente. Esta visita, con transporte y guía, está incluida en el programa de visita.


Muelle del Hotel Pachira Lodge

El pueblo es pequeño y pintoresco. Tiene todo lo que se necesita y más, pero por ejemplo, no tiene calles para vehículos, porque del todo no los hay. Todo transporte en la zona es vía fluvial o caminando.



Es importante saber que Tortuguero, con alrededor de 1500 habitantes, vive por y para el turismo. Absolutamente todos ellos están relacionados de una u otra forma con el turismo y realmente es una gran alegría saber que así es, tanto por los ingresos que reciben gracias a su buen trabajo, como por el desarrollo que le dan a su comunidad.


Es un pueblo trabajador, emponchado y agradecido, abierto a aprender y a adaptarse para ofrecer el mejor servicio.


El "Parque Central" de Tortuguero

La visita al pueblo también incluye conocer la playa de Tortuguero. Ésta mide en total 32 kms. de largo y de los se recorren unos dos kilómetros en esta visita, aunque si se quisiera, se podría caminar mucho más. La playa, de arena oscura, recibe al mar intenso.


En estos 32 kms. de playa anidan cada noche entre 3.000 y 4.000 tortugas verdes, es impresionante saber que tantas llegan cada noche. Tortuguero es el principal lugar del mundo donde anidan, de julio a septiembre.


La evidencia de la visita de las tortugas está por todos lados. El tamaño de los nidos es impresionante, pues reflejan en gran medida el tamaño de las tortugas -hasta de 2,5 metros- que lo formaron, quitando la arena con sus aletas.


Dos nidos de tortuga verde

Tras realizar esta visita habrá quienes decidan quedarse en el pueblo y regresar al hotel en taxi acuático o si se prefiere, se regresa al hotel a disfrutar de su piscina o simplemente descansar. Las habitaciones no tienen televisión, aunque sí hay pantallas en algunas partes públicas del hotel.


La lluvia es parte vital de Tortuguero, es la que alimenta los ríos y canales y que permite el transporte, el abastecimiento y la llegada de los visitantes, así es que no es considerada una incomodidad, al contrario, es parte del paisaje mismo y el hotel lo sabe, por lo que es muy fácil pasar un rato de lluvia relajadamente. Todos los tiempos de comida están incluidos, así es que no hay ningún apuro.


La belleza de la lluvia en Tortuguero

La noche en la zona está llena de sonidos. La naturaleza nos rodea y nos lo hace saber. Amanecer escuchando a los monos aulladores es lo normal. Así pasa la primera noche.


Por las noches se hace el tour de las tortugas, para verlas llegar a la playa. Este tour es opcional (US$ 40) y tiene restricción de número de participantes, por lo que se rifan los espacios cada noche y solo pagan quienes son escogidos al azar.


Hay que apuntarse en el hotel y a las 5 pm, Parques Nacionales anuncia a los "ganadores". El tour, que es opcional, dura dos horas, incluye transporte y guía. Hay dos tandas: 8 pm y 10 pm.


El segundo día de estadía se dedica a la caminata guiada por el sendero del hotel. Esta caminata, de alrededor de una hora, se realiza en sendero pavimentado y permite ver diferentes especies, incluyendo perezosos y tucanes ¡es una maravilla!


Tras almorzar, y luego de un descanso, se realiza la visita a los canales.


Los canales se recorren en lanchas más pequeñas

Para ello primero se pasa a pagar la entrada (1,500 colones costarricenses y residentes, US$ 15 extranjeros) y mientras el guía las recoge, las lanchas van a saludar a uno de los habitantes cercanos, que no da muestras de querer dejar su morada:


Parece que la venta de esta propiedad no ha sido fácil

Los canales son naturales y artificiales, aunque la diferencia solo la saben los locales, pues para los visitantes no difieren, especialmente porque la naturaleza es abundante y generosa en todos.


Uno de los canales

Esta visita guiada, de alrededor de dos horas, nos lleva a recorrer varios canales, descubriendo la fauna local que, impresionantemente, no se inmuta al pasar las lanchas cerca.


Garza azul que nos ve pasar y sigue comiendo

Para que esto ocurra, los guías y capitanes se han preocupado por años de molestar lo menos posible y jamás llamarlos, asustarlos o darles comida.


Aninga, secando su plumaje al sol

El resultado es el acceso cercano a aves y reptiles, principalmente, pues los monos brincan felices de rama en rama, a unos 25 metros de altura.


Basílico, camuflado

Los capitanes son los especialistas en ubicar los animales, pues ya conocen sus lugares preferidos y con gran destreza guían las lanchas hasta ahí.


Monos araña, en las cumbres

El regreso al hotel es al inicio de la tarde. La segunda noche inicia con la cena.


El tercer día se puede, opcionalmente, visitar los canales al amanecer para regresar al hotel a desayunar, o simplemente descansar para prepararse a partir de regreso a casa, después del desayuno.

Las lanchas parten puntualmente a las 9 am y en La Pavona dejan a los pasajeros y recogen a los que vienen llegando, se aborda el bus nuevamente con destino a Guápiles, para disfrutar del almuerzo y llegar al Valle Central alrededor de las 2 o 3 pm, dependiendo del tránsito.


Durante estos tres días y dos noches, el mundo cambia para quien salga de su rutina y se despeje apreciando la sencillez y perfección de lo natural, combinado con el excelente trabajo que en Pachira Lodge se realiza para lograr que sus huéspedes partan contentos y satisfechos.


Vista desde la planta alta del muelle del Hotel Evergreen

La comida es muy rica y variada. Se sirve, en todos los tiempos, en estilo buffet. El programa de tres días y dos noches incluye un total de ocho tiempos de comida. Siempre con frutas y verduras frescas, además de frescos naturales y variedad de carbohidratos y proteínas, con balance y sabor.


El Grupo Pachira, tiene tres propiedades en la zona: Aninga, con su propio spa y jacuzzi, Evergreen, donde la bienvenida la dan los monos cariblancos, y el que nos chineó: Pachira Lodge, con su sendero privado. Todos tienen piscina. Conocimos los tres y disfrutamos de su hospitalidad, preparación y enfoque en el cliente.


Como un chineo especial, el Grupo Pachira nos brindó también un paseo por el río, hasta casi la desembocadura en el Caribe, en una plataforma con motor que es acondicionada opcionalmente como área de entretenimiento para grupos. Esto sirvió para compartir con los demás pasajeros, mientras disfrutamos de unos ricos bocadillos y bebidas ¡lindísima experiencia!