La magia de Tortuguero - parte 1
Tomarse unos días libres de trabajo y despejar la mente y el alma es el deseo de muchos. La solución: Visitar Tortuguero.
Un destino que parece tan lejano y que en realidad es mucho más cercano que visitar la costa Pacífica Sur o Norte, el Caribe Sur u otros lugares de la hermosa Costa Rica. Hoy les contaré cómo es este viaje.
El recorrido inicia temprano, cuando un bus privado de 52 plazas nos recoge poco antes de las 7 am. La hora dependerá del punto de inicio.
El bus, parte de una flota de 4 buses del mismo tamaño, cuenta con aire acondicionado, cortinas y baño, además de espacio para el equipaje en bodega y sobre los asientos, que son semi reclinables.

Una vez tomado el asiento, la primera impresión, al ver las pantallas de video del bus, fue "el viaje será largo y veremos una película, como en un vuelo" pero no fue así, por dos razones, la primera: La belleza del recorrido, que nos llevó vía "la 32" a cruzar puentes, ciudades y poblados más pequeños y fincas y la segunda, la amena charla que nuestro guía Óliver nos dio, contándonos sobre las bondades de la ruta.

Alrededor de las 8 am ya estábamos en Guápiles, que cruzamos para quedarnos un rato en el restaurant El Ceibo, una gran propiedad de nuestro anfitrión, el Grupo Pachira, El restaurant cuenta con tres salones, listos para atender varios grupos al mismo tiempo.

Aquí nos esperaba un desayuno buffet completo, con buen pinto, huevos, fruta fresca, jugos naturales, té y café, además de prístinas instalaciones y baños.
Aprovechamos para tomar algunas imágenes del árbol que da nombre al lugar, un inmenso ceibo que majestuoso deslumbra a propios y visitantes.

Tras esta parada, justa en tiempo para estirar piernas, comer rico e ir al baño, partimos nuevamente, ahora en ruta hacia el puerto fluvial de La Pavona.
El camino excelente, todo pavimentado y seguro, especialmente gracias a la pericia de nuestro experimentado conductor. Cruzamos varios poblados e inmensas fincas bananeras, de las que aprendimos un poco gracias a la información que Óliver nos proveyó.
La Pavona es una parada bien original. Cuenta con un inmenso parqueo para quienes deciden manejar hasta aquí por su cuenta, un restaurant con venta de productos mayormente empaquetados y un área con baños limpios - por los que se paga US$ 1 o 500 colones por uso - además del espacio por donde llegan los buses, descargan pasajeros y equipaje, se mueven y cargan pasajeros y equipaje que vienen llegando de Tortuguero. Todo muy bien sincronizado.
Los pasajeros tomamos nuestro equipaje y lo llevamos hasta las lanchas. La distancia entre el bus y las lanchas es de alrededor de 100 metros.

Y la aventura empieza. Una vez acomodados todos en la lancha, nos dimos cuenta de que nuestro equipaje iba "en bodega" en una lancha por aparte.

Mientras tanto, nuestro grupo iba en lancha de doble motor, con capacidad para unos 40 pasajeros, acomodándonos para iniciar un recorrido de alrededor de 50 minutos, por el río La Suerte.



En ruta vimos un cocodrilo, varias aves acuáticas pero sobre todo, entendimos lo que es transportarse de esta forma, las reglas de respeto por el tránsito fluvial que los capitanes cumplen, cuidándose de posibles bancos de arena pero también bajando la velocidad para no afectar con el oleaje a embarcaciones más pequeñas.

Disfrutamos de un viaje tranquilo y hermoso, que nos dio tiempo para apreciar lo que teníamos alrededor, gracias a nuestro guía. Una vez nos fuimos acercando a nuestro destino, el Hotel Pachira Lodge, la velocidad aumentó, pues estábamos en aguas más profundas, y pasamos frente al pueblo de Tortuguero.
Llegamos al hotel poco antes del mediodía. Nos esperaba su personal sonriente, con un delicioso y fresco cocktail de bienvenida y una orientación general, invitándonos a disfrutar de nuestra primera comida ahí, el almuerzo, antes de ingresar a habitaciones.

Disfrutamos de un delicioso almuerzo tipo buffet, con barra de ensaladas, opciones de carbohidratos, carnes variadas y postre, con frescos naturales ¡todo delicioso! Y en un ambiente muy bonito, con decoración de frutas y vegetales frescos y lindos arreglos en cada mesa.
Tras terminar el almuerzo, nos dirigimos a las habitaciones para refrescarnos un rato y así prepararnos para la primera tarde. Las 94 habitaciones, amplias y frescas, cuentan con una cama king o dos camas dobles, hechas de finas maderas, ventilador, baño privado con agua caliente y una bonita decoración, en perfecta armonía con la naturaleza, en una propiedad de 18 hectáreas.

En la segunda parte de este artículo, te contaré qué se hace en Tortuguero y lo bien que se pasa.